Recuerdo aquellas tardes de domingo, en aquel viejo garaje del
tío de mi amigo Jesús, allí nos reuníamos la pandilla del barrio, Alberto,
Gloria, Rosi, Jesús, José, Pilar y algún que otro/a desconocido/a que siempre
se apuntaba y era bienvenido/a.
Entre todos (las chicas no pagaban) juntábamos unas pocas
pesetas para comprar unos refrescos, patatas fritas, y si los dineros llegaban
para ello, una botella de ginebra para dar un poco de alegría a la reunión.
Hoy he escuchado por la radio que te has ido y he querido
escribir estas letras a modo de despedida.
Te echaré de menos.
Un grande que se ha ido y sentimos pena. Estará emocionando ahora a todos los seres celestiales, con su voz tan diferente a todas, única, con la que pasamos tan extraordinarias vivencias.
ResponderEliminarUn abrazo, Bipo.
DEP 🙏
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