La sala del juzgado se encontraba abarrotada por el público y la prensa, su señoría dando una serie de golpes secos con el mazo encima de la mesa, toc, toc, toc, y alzando la voz de manera seca y autoritaria como solo sabe hacerlo un juez grita, ¡póngase en pie el acusado!, el acusado esposado y flanqueado a izquierda y derecha por dos musculosos policías que con cara de pocos amigos no le quitan la vista de encima se pone en pie y mira fijamente al juez, que vuelve a golpear la mesa, toc, toc, toc, gritando ¡silencio o hago desalojar la sala! todos enmudecen y su señoría con cara de pocos amigos y peor leche dice... se le acusa de haber entrado en el congreso y acuchillado a 75 diputados, ¿cómo se declara? el acusado clava su mirada en el juez y una sonrisa recorre su rostro de oreja a oreja y grita ¡¡¡SATISFECHO ME DECLARO MUY PERO QUE MUY SATISFECHO!!!
(Este relato esta basado en un tweet de Kira.)
Bueníiiiisimo jajajjajajajaj, genial, y es posible que un día ocurra al paso que vamos, tengo un guión para una película en mi cabeza que se le parece un poco a esto. Salud! y un beso.
ResponderEliminarYo me pido ser el protagonista, quiero ser el del cuchillo.
EliminarY quiero un cuchillo ¡GRANDE! como el de Norman de la película psicosis.
Salud.
Deberían condecorarlo por salvar a la patria.
ResponderEliminarSaludillos
Que no te engañen MaLquE, las patrias no existen.
EliminarYo no creo que mi patria termine con la frontera,
pero es seguro que a los hombres,
nos separan con banderas.
Salud.